Durante su participación en Breves Streaming, Ana Clara Ortiz, presidenta de Fada Jóven, reflexionó sobre los desafíos que plantea la incorporación de inteligencia artificial en los procesos productivos.

“La inteligencia artificial es una gran revolución”, afirmó. “Hay que asumirla dentro de los procesos productivos, pero también acompañarla con educación y políticas públicas. El potencial es enorme, pero requiere apoyo desde distintos niveles, tanto del Estado como del sector privado.”

Ortiz explicó que en Fada Jóven trabajan con esa perspectiva a través de sus talleres de oficios, donde se combinan capacitación técnica y habilidades blandas. “Los jóvenes tienen que estar preparados para adaptarse, aprender y trabajar con las nuevas tecnologías”, señaló.

En la misma línea, Gastón Baravalle comentó que los talleres apuntan a “acercar a los participantes a las oportunidades laborales del agro, desde la producción primaria hasta la industria tecnológica”.

Ambos coincidieron en que la demanda de personal calificado y tecnificado es uno de los grandes retos. “Cada vez hay más maquinaria y herramientas digitales en el campo. Necesitamos formación constante”, dijo Baravalle.

Ortiz agregó que la capacitación no solo abre puertas laborales, sino que también despierta vocaciones: “Hay jóvenes que, después del taller, eligen estudiar carreras o cursos relacionados. Eso demuestra que hay interés y compromiso”.

En el cierre de la charla, Ortiz hizo una reflexión más amplia sobre el papel de los jóvenes: “Tenemos que ser parte del desarrollo, no solo observadores. Hay que involucrarse y aportar ideas”.

La presidenta de Fada Jóven aseguró que el futuro del agro y del país depende en gran medida de esa interacción entre conocimiento, tecnología y compromiso social: “La riqueza de la Argentina está en las personas. En su capacidad de aprender, adaptarse y crear”.