En la mesa de Breves Streaming, los periodistas Víctor Rapetti y Marcelo Irastorza dedicaron un extenso tramo del programa a analizar la situación de la recolección de residuos en Río Cuarto. El conflicto con la empresa Cotreco, la falta de soluciones y la negociación del nuevo contrato fueron los ejes del debate.
Rapetti reveló que, según una fuente local, “hay una maniobra por debajo para apuntalar la negociación del próximo contrato: se despide gente, se paraliza el servicio y se deja la ciudad sucia para forzar un acuerdo”.
Irastorza señaló que el servicio “sigue resentido y se trabaja al reglamento”, según declaraciones recientes del secretario de Obras y Servicios Públicos, Martín Cantor. Agregó que la situación tiene un alto costo político para el municipio: “La basura es un problema del vecino, pero repercute directamente en la gestión del intendente”, comentó.
Los periodistas coincidieron en que el contrato con la empresa es “el más caro del presupuesto municipal”, y que el sistema de contenerización y separación en origen no se ha implementado plenamente. “Seguimos atrasados en cuestiones ambientales básicas; la gente quiere separar, pero no tiene dónde hacerlo”, explicó Rapetti.
También mencionaron que el contrato actual vence el 31 de diciembre y que, pese a los plazos ajustados, “Cotreco estaría dispuesta a continuar con una prórroga de seis meses”, algo que podría derivar en una negociación directa sin competencia.
En tono crítico, Rapetti advirtió: “En Sudamérica no se consigue una alfombra tan grande para meter la basura abajo”, haciendo referencia al intento de maquillar los problemas estructurales con soluciones temporales.
Ambos remarcaron que Río Cuarto necesita avanzar hacia un modelo de gestión ambiental más moderno, con campañas de concientización y participación ciudadana. “No podemos depender solo de la voluntad individual de los vecinos; el Estado tiene que garantizar las condiciones”, concluyó Irastorza.
El segmento cerró con una reflexión sobre el impacto político del conflicto: “Es un problema ambiental, pero también de gestión y credibilidad. La foto del centro con la basura acumulada es una postal que nadie quiere repetir”, resumió Rapetti.